Un gran apoyo en el tema de combatir los efectos de la acción demoníaca a la gente y los lugares son los sacramentales en forma de agua, aceite y sal exorcizado. El exorcismo de agua, sal y aceite lo puede realizar cada sacerdote.
El poder de la Santa Cruz es la verdad histórica y, a la vez, el dogma de nuestra religión. Si nos dirigimos a esta señal raramente, no podemos recibir ninguna ayuda desde el, sólo nos deja asignarnos la fe débil.
Recordemos que el rosario – como lo escribió Padre Maximiliano María Kolbe – es “disparar al Satanás”. Con el rosario hay también vinculadas las promesas de Virgen María dadas al beato Alano de la Roca. Las promesas dicen sobre los efectos espirituales para todos quienes consideren los misterios de la Sagrada Escritura describidas en la plegaria de rosario.
Conocido en la historia, el apóstol del Santo Rosario y fundador de Cofradías del Rosario – beato Alano, declaró recibir de la Virgen María las siguientes promesas, pasadas en la tradición de la orden dominicana: