Eficacia de exorcismo

Los exorcismos pueden durar entre pocos minutos hasta algunas horas, en general, son decenas de minutos que tardan. Generalmente, los exorcismos van realizándose algunos veces hasta la liberación total de la persona. En ciertos casos aún pueden ser continuados algunos años.


Jesús enseñaba que el demonio, tras la expulsión del hombre, puede intentar a volver en caso de no atender a la purificación del alma sobre el pecado:

“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos en busca de reposo, pero no lo encuentra. Entonces dice: Me volveré a mi casa, de donde salí. Y al llegar la encuentra desocupada, barrida y en orden. Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí” (Mt 12, 43-45).

Por eso, es muy importante que a la liberación la acompañe una decisión de conversión. Durante una oración por liberación y un exorcismo, Dios a menudo da a los hombres esclavizados un sentimiento muy fuerte de Su amor y las gracias necesarias para quitar con el malo. Entonces, es preciso reconstruir propio vínculo y amor a Dios a tráves de lectura de Biblia, sacramentos, oración, renuncia del pecado y penitencia. Una conversión verdadera y sincera acerca a Dios y efectua en un aislamiento permanente de los dominios demoníacos.

¿De qué depende la eficacia del exorcismo?

La eficacia y, en si mismo, la necesidad de continuación del exorcismo puede depender de varias causas:

  • de esfuerzo del penitente en la lucha con el demonio, es decir, su voluntad de la conversión
  • de grado de acción del demonio. A veces, una bendición (ej. a lugares embrujados) es bastante, a veces oraciones multiples son necesarios (la posesión plena).
  • de causa, tiempo y método de esclavitud – unos bebés pueden estar víctimas, aún no nacidos (en efecto de maldición, ofrenda a demonio).
  • de poder del demonio (su posición en la hierarquía infernal) y el número de demonios poseyendo el hombre.
  • de exorcista, su piedad, carisma, preparación, métodos los que usa
  • de gracia de Dios. Ocurre que la posesión o la tortura del demonio es imposible quitar, es lo que vemos especialmente en los casos de santos que llevan la lucha con el demonio en defensa de otras personas y como el efecto de su santidad (san Padre Pío, san Juan María Vianney, Teresa de Calcuta). Dios permite a esta acción del demonio y un exorcismo no trae la liberación sino da la gracia de resistir la prueba. A esta categoría se incluye el caso de posesión de Anneliese Michel.
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