Plan de exorcismo

El sacramentalio de exorcismo se lo concede según recomendaciones de Rito romano. Los exorcismos usualmente están conseguidos en un lugar aislado, ej. una capilla o una habitación adecuada donde normalmente está un imagen de Cristo Crucificado, de Santísima Virgen María, de unos ángeles.
Aparte del sacerdote en el exorcismo pueden participar unos sacerdotes y seculares los cuales objetivo es rezar en intención de la persona molestada y ayudar al sacerdote en caso de necesidad. No es permitido para ellos que expresen cualquiera fórmula de exorcismo.

Conocimiento

La primera tarea de un exorcista es reconocer si enfrenta al dominio demoníaco de verdad y excluir (según la opinión de un médico) los desordenes mentales. Si existe una sospecha de la actuación demoníaca, se procede el conocimiento de causas y síntomas posibles. El sacerdote evalúa la escala de enraizamiento del mal y la manera en la cual Sátanas efectua a hombre (ej. a través de obsesiones demoníacas, torturas, opresiones, posesión). El segundo paso es la oración de liberación que, aparte del efecto espiritual, puede quedar seguro que la persona realmente es sobre el dominio demoníaco. Si mientras rezar aparezcan síntomas adicionales indicando dominio de poderes malignos, entonces se procede al exorcismo solemne.

Exorcismo

Los exorcismos completos consisten de pre-oraciones amplias tras cuales vienen tres varios exorcismos justos (según Rito de 2000). En el inicio el exorcista asperge la persona con agua sagrada para conmemorar la purificación recibida durante Bautismo. Sigue la oración: letanía, lectura de salmos y Evangelio. El sacerdote exorcista pone sus manos a la persona torturada rogando a Espíritu Santo que espíritu malo salga de ella. Durante de oración respira al rostro del poseído

(“matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” – 2 Tes 2, 8).

Entonces, se recita el credo o renueva las promesas bautismales. Sigue el padrenuestro tras cual el exorcista enseña la Cruz santa y bendiga a la persona torturada. Expresa la fórmula de rogar dirigida a Dios y la fórmula imperativa sacando el diablo en el nombre de Jesucristo. Los exorcismos terminan con un canto de acción de gracias, una oración y la bendición.

Generalmente, la oración por liberación sigue realizándose en manera tranquila. Durante los exorcismos, sobre los poseados, pueden ocurrir manifestaciones de un espíritu malo. La persona, sobre la cual se ejerce este sacramentalio, puede sentir ansiedad, cansancio, debilidad, a veces hay dolor de estómago, cabeza, garganta y columna vertebral. Raramente, en los casos de posesiones, pueden suceder eventos adicionales como ej. hablar en lenguas (los cuales la persona no había aprendido antes), disminución o el poder desproporcionada a la construcción del cuerpo humano, conocimiento de las cosas escondidas, aparencias de los símbolos satánicos en el cuerpo, escupa de artículos. En esta forma el demonio intenta molestar al exorcista y expresa su rabia. Sin embargo, estar poseído con la manía ocurre pocas veces.

En caso de la revelación de un espíritu malo, el sacerdote exorcista puede hacer preguntas sobre el número y nombres de demonios, la causa y el tiempo de estancia en la víctima. A veces el demonio intenta mantener las apariencias de indiferencia y silencio o, para distraer el sacerdote, se hace muy hablador y finge lamentación (especialmente, en los momentos de efectuación o tocar con estola). No es raro que los espíritus malos tienen que ser empujados a responder, dando el comando en el Nombre de Jesús y también bendiciendo la persona con agua sagrada y mostrándole la cruz. Persistencia de sacrum causa las reacciones, ej. ira, odio a lo que es santo. Los ángeles caídos no dicen sobre el Dios y Santísima Virgen María directamente, sino usan palabras como “Él”, “tu Líder”, “Ella”, “tu Señora”. Si el nombre santo es pronunciado, es frecuentamente entre las blasfemias.

Efectos de exorcismo

Los exorcismos pueden durar desde más de una docena de minutos hacia algunas horas. Los síntomas durante y después pueden variar: si se debilizan, pueden significar el inicio de la cura, si se fortalezan, se continua la liberación. Sin embargo, es posible que, ni siquiera sin signos iniciales, la persona exorcizada en perspectiva del tiempo tenga la experiencia positiva de los efectos de este sacramentalio. En casos específicos las personas exorcizadas pueden no recordar como se había realizado el exorcismo o recordarlo sólo brumosamente. Los exorcismos usualmente son realizados pocas veces, hasta que persona sea totalmente liberada.

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